Queridos todos:
Bochorno
Hace
tanto calor que el vecino del 2º derecha no
puede dormir. Suda como un cerdo. Así que se levanta de la cama y
abre la ventana del dormitorio en busca de una pequeña corriente de
aire fresco.
En el bloque
de enfrente hay una habitación iluminada. Un hombre y una mujer
discuten. El vecino del 2º derecha no los ve, pero escucha sus
gritos. También escucha golpes, objetos que caen al suelo, muebles
que crujen… Por un momento piensa en llamar a la policía, pero
enseguida desecha la idea porque sabe que esas cosas no traen más
que problemas.
La
mujer del bloque de enfrente entra corriendo en la habitación
iluminada. El hombre la persigue, se abalanza sobre ella como un
animal rabioso. Y más golpes, más gritos, muebles que crujen, hasta
que llega un silencio espeso y bochornoso.
Es entonces
cuando el vecino del 2º derecha cierra la ventana y vuelve a la
cama. Se tapa con la colcha de los pies a la cabeza porque ya no le
importa sudar como un cerdo. Prefiere eso a escuchar el sonido
chirriante de las ambulancias.
“Hombre frágiles,
mujeres de cristal” Editorial
comanegra