9 de enero de 2013

Agallas


Te llamo Amor y dices que soy un idiota. Así lo dices: 

I-DIO-TA. 

Y vomitas que estás harta de mi voz de membrillo. De mi pose soplagaitas. De mis manos blandiglú. La tienes como los pájaros, dices. ¿Lo sabes, gilipollas? Como los gusanos. Como las moscas.

Te llamo Amor. Te digo lo siento, Amor. Y te levantas la falda con las manos. Me enseñas tu sexo-amapola, tu sexo-colmillo, tu coño-atlas. Ese abismo, Amor, ese abismo.

La tienes como las liendres, escupes. ¿No lo ves gilipollas? ¿no te das cuenta?

Y yo, que no aguanto. Que no soporto más humillaciones. Te pregunto: ¿de qué hostias te ríes, eh, de que hostias te ríes? Así te lo pregunto:

¿de qué hostias te ríes, eh?

Temblando por dentro, Amor. Casi gritando

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